martes, 24 de abril de 2012

Carlota

     Nunca sabemos de donde nos van a caer las lecciones. De hecho creemos que no hay nada más que aprender hasta que te encuentras de pronto, a mitad de la lección. Y es entonces cuando debemos decidir, si aprovechamos la lección o volteamos la cara a otro lado y desaprovechamos la oportunidad. 


     Eso creo, fué lo que nos sucedió a mi esposo y a mi, nos vimos de pronto en medio de una lección que no esperábamos, nuestra maestra: Carlota. Durante toda mi vida, había considerado como algo "normal" y "sin cuidado" el hecho de que hubiese tantos perros de la calle. Ahora viéndolo bien, creo que para mucha gente, como para mi (antes de la lección) inclusive los consideraba parte del paisaje. A donde quiera que volteas hay perros callejeros. Unos flacos, otros no tanto, solos o en grupo, visiblemente enfermos, otros parecieran sanos. Creo que mucha gente aun los vé asi ahora, es una constante que pareciera nunca terminar. 



     Hace apenas un par de años fué que empecé a conocer organizaciones y personas que a base de mucho esfuerzo intentan darle una solución al problema. Rescatando, alimentando, tratando el problema de los perros callejeros. Pero no fué hasta el año pasado que en verdad entendí el gran esfuerzo que se necesita y la energía que hay que tener para llevar éstas tareas. 


     La lección comenzó de manera inesperada, casi por mera casualidad, en mayo de 2011, levantada de las calles de Cancun, por la insistencia de una pequeña niña, hija de una compañera de trabajo. Fué ella quien la vió y obligó a la mamá a dar vuelta al carro y levantarla. Fue así como conocimos a Carlota, en el estado en el que se vé en la primera foto. 



     Un costalito de huesos y garrapatas, eso era lo que distinguía a Carlota: piel pegada al hueso,     plagada por todos lados de garrapatas y con un tremendo tumor en su colita (luego nos enteraríamos que era TVT). 



     En ese momento la oficina donde nos encontrábamos, daba la oportunidad de tenerla ahi en el patio, siendo "de todos y de nadie",  buscando donaciones que nos ayudaran a solventar los gastos, veterinario, tratamientos, baño, medicinas y turnándonos con su alimentación.  A todos los que apoyaron para sacarla adelante MIL GRACIAS.



     Y después vino la prueba en serio, nos cambiamos de instalaciones y con muchas dudas acerca de qué hacer, me la llevé a casa de hogar temporal.


     Hogar temporal no solo implica tenerla en tu casa o en tu patio y darle de comer,  sino en ver por ella, su salud, su rehabilitación, medicinas, socialización,  etc.  es un huésped que estará contigo por un tiempo indeterminado y si a eso le sumamos que tu huésped no está precisamente en la cúspide de su salud, pues bueno, la tarea se vuelve un poquito más complicada.


     Para mi hoy, no es tan importante mencionar las subidas y bajadas que nos aventamos en éstos meses, lo que siento  relevante es el poder compartir lo que aprendimos y reforzamos a través de ella: RESPONSABILIDAD, DISCIPLINA, GRATITUD, compasión y AMOR.


     No hay mejor recompensa que ver como se transforman con el tiempo en seres sanos, llenos de vida, que tienen energía suficiente para jugar, olisquear por aqui y por allá, brincar de gusto cuando les sirves las croquetas y cuando descubren que tienes escondido su juguete favorito. Verlos mover la cola frenéticamente cuando sacas la correa, señal de que ya es la hora del paseo. O sacar la nariz por la ventana del coche.


     Este fin de semana llegó el momento de despedirnos... Carlota ha encontrado familia para siempre y deseamos que sea muy feliz y que haga muy feliz a sus nuevos dueños. 


     Nos quedamos algo tristes pero muy satisfechos de que se va sana, "gordis" y muy apapachada. Fué una aventura tenerla aqui y fuimos muy afortunados de conocerla y aprender de ella. 


     Se fué contenta, con su peluche favorito en el hocico, directo a brincar al asiento trasero del auto de sus nuevos dueños: Y en el camino de la puerta de la casa al carro me dejó mi última lección: que está bien dejarla ir, creo que esa es la lección mas dificil de todas. Que estuvimos juntos para cumplir con un momento y un propósito determinados y que hay que seguir adelante....







     Gracias a todos los que de una manera u otra nos apoyaron y motivaron para no rendirnos con ella. Pero sobre todo gracias a todos aquellos que todos los días ayudan a sacar de las calles a tantos animales para rehabilitarlos y conseguirles una familia. Apoyen a esas asociaciones, ellos necesitan de la ayuda de todos nosotros, infórmense de las campañas de esterilización y consideren la adopción de un perrito antes de la compra de uno. 


So long Carlota y buena suerte!!!




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